David Burliuk

15/09/2018 — 03/02/2019

David Burliuk (1882–1967) fue una de las personalidades más llamativas de la cultura artística rusa de principios del siglo XX. En Rusia se le conoce como el Padre del Futurismo Ruso.

En realidad, si descontamos unas pocas obras producidas ya en América a mitad de los años 20, el trabajo pictórico de David Burliuk no tiene una relación directa con el Futurismo europeo, que se proponía presentar temas ligados a la industrialización, a los nuevos ritmos y velocidades de la ciudad.

Es indudable, en cualquier caso, que David Burliuk se esforzó por sentir, adoptar y representar en su arte el arrojo, la agudeza y brutalidad de temas y sujetos, así como los métodos compositivos y de color que el futurismo había introducido en el mundo del arte.

El artista disfrutaba rotando imágenes e intercambiando horizontales y verticales (Paisaje desde cuatro puntos de vista, 1911). Las figuras de personas o caballos que se ensamblaban como piezas de un puzzle de superficies coloreadas (Pequeños rusos, 1911) deleitaban tanto al artista como a sus contemporáneos.

En la Rusia del tiempo estos métodos, aunque inicialmente percibidos como infantiles, acabaron mostrando la audacia y capacidad de innovación del artista.

David Burliuk y el Futurismo

La actitud vital típica del Futurismo se adaptaba perfectamente al carácter de David Burliuk. Fue iniciador y participante en la mayor variedad de acciones artísticas, organizaciones y exposiciones. A juzgar por los recuerdos de sus contemporáneos, todo el mundo lo conocía.

David Burliuk siempre fue un artista prolífico. Trabajó mucho en Rusia, pero una parte considerable de su legado está dispersa por varios países. Tras dejar Rusia, David Burliuk pasó dos años en Japón, donde creó una serie completa de trabajos en la línea del futurismo.

Se trasladó a América en 1922, permaneciendo allí hasta su muerte en 1967. En sus más de cuarenta años en el país pintó un gran número de obras en varios estilos, incluyendo algunas Primitivistas, sobre la vida ordinaria de americanos, rusos y ucranianos.

Durante este período él y su mujer, Marusia, produjeron el periódico Color y rima, que publicó material poco conocido sobre la cultura mundial.

Durante la Guerra Fría sus publicaciones sobre arte ruso, muy infrecuentes entonces en Occidente, fueron muy importantes no sólo por venir de un contemporáneo, sino de alguien que había estado directamente involucrado en el ambiente de aquellos años.

Así, hasta el final de sus días, David Burliuk actuó como un motor que transportaba ideas e información capaz de influir en la sociedad, confirmando de este modo su vinculación con el Futurismo.

David Burliuk

15/09/2018 — 03/02/2019

David Burliuk (1882–1967) fue una de las personalidades más llamativas de la cultura artística rusa de principios del siglo XX. En Rusia se le conoce como el Padre del Futurismo Ruso.

En realidad, si descontamos unas pocas obras producidas ya en América a mitad de los años 20, el trabajo pictórico de David Burliuk no tiene una relación directa con el Futurismo europeo, que se proponía presentar temas ligados a la industrialización, a los nuevos ritmos y velocidades de la ciudad.

Es indudable, en cualquier caso, que David Burliuk se esforzó por sentir, adoptar y representar en su arte el arrojo, la agudeza y brutalidad de temas y sujetos, así como los métodos compositivos y de color que el futurismo había introducido en el mundo del arte.

El artista disfrutaba rotando imágenes e intercambiando horizontales y verticales (Paisaje desde cuatro puntos de vista, 1911). Las figuras de personas o caballos que se ensamblaban como piezas de un puzzle de superficies coloreadas (Pequeños rusos, 1911) deleitaban tanto al artista como a sus contemporáneos.

En la Rusia del tiempo estos métodos, aunque inicialmente percibidos como infantiles, acabaron mostrando la audacia y capacidad de innovación del artista.

David Burliuk y el Futurismo

La actitud vital típica del Futurismo se adaptaba perfectamente al carácter de David Burliuk. Fue iniciador y participante en la mayor variedad de acciones artísticas, organizaciones y exposiciones. A juzgar por los recuerdos de sus contemporáneos, todo el mundo lo conocía.

David Burliuk siempre fue un artista prolífico. Trabajó mucho en Rusia, pero una parte considerable de su legado está dispersa por varios países. Tras dejar Rusia, David Burliuk pasó dos años en Japón, donde creó una serie completa de trabajos en la línea del futurismo.

Se trasladó a América en 1922, permaneciendo allí hasta su muerte en 1967. En sus más de cuarenta años en el país pintó un gran número de obras en varios estilos, incluyendo algunas Primitivistas, sobre la vida ordinaria de americanos, rusos y ucranianos.

Durante este período él y su mujer, Marusia, produjeron el periódico Color y rima, que publicó material poco conocido sobre la cultura mundial.

Durante la Guerra Fría sus publicaciones sobre arte ruso, muy infrecuentes entonces en Occidente, fueron muy importantes no sólo por venir de un contemporáneo, sino de alguien que había estado directamente involucrado en el ambiente de aquellos años.

Así, hasta el final de sus días, David Burliuk actuó como un motor que transportaba ideas e información capaz de influir en la sociedad, confirmando de este modo su vinculación con el Futurismo.